Siempre intentaba demostrar a quien podía de que no existía, pues veía que iban engañados.
No le molestaba que alguien creyese en él, pero le molestaba los que daban demasiado por él.
Pero muchas veces se cagada en Dios.
Muchas veces le culpaba cuando le pasaba algo malo.
Intentaba desengañar a los creyentes, y a veces se preguntaba si él se engañaba a si mismo.
Dios no existe, pero todos necesitamos a alguien a quien culpar y a alguien a quien pedirle favores.